14/3/15

Dime como Educas y te contaré como será tu hijo.




“¡Tienes el mismo carácter que tu padre!”, “¡Gritas igual que tu madre!”, “Sus padres también eran muy tímidos”. Frases como éstas demuestran que los padres son los primeros modelos de referencia de sus hijos y tienen una gran influencia en el desarrollo de su personalidad.
Los hijos, desde que son pequeños, imitan los comportamientos de sus padres y estos tienen la valiosa labor de mostrarles y enseñarles conductas y hábitos que les favorezcan y beneficien en su futuro. Esta tarea no es fácil, pues muchos padres, con la mejor de sus intenciones, pueden inculcar patrones de conductas poco adaptativos o que traigan consecuencias negativas en el desarrollo socio-emocional del hijo.
En este artículo vamos a describirte algunos de los estilos educativos parentales existentes y su repercusión a nivel psicológico en los hijo.



El estilo autoritario
 Los padres caracterizados por utilizar un patrón educativo autoritario, imponen las normas a sus hijos sin explicarles previamente por qué se las ponen o qué sentido tienen. Si los hijos se saltan las normas, les castigan de una manera muy exagerada, en la que no concuerda ni tiene sentido el hecho castigado con el castigo.
Cuando les castigan, tampoco les dan explicaciones para justificar del castigo, como si el hijo tuviera que adivinar mágicamente qué es lo que ha hecho mal y por qué eso está mal. Recordemos que los hijos tienen que ser educados y tienen que aprender y para aprender, primero hay que explicarles ciertas cosas. Por otro lado, refuerzan poco  o nada las conductas que son adecuadas alegando que “es su deber”. La consecuencia es que el hijo apenas valora lo que hace bien pues sus padres no se lo premian, lo que a su vez hace que el comportamiento se repita cada vez con menos frecuencia.
Tampoco dialogan mucho con los hijos ni se muestran demasiado afectuosos con ellos. Al no dialogar apenas, no conocen a sus hijos, lo que les interesa o les gusta y esto provoca que los hijos se sientan poco valorados e incluso rechazados.
En muchas ocasiones utilizan el castigo físico, algo que hace que el niño sepa que lo que ha hecho no es correcto, pero sin enseñarle qué es lo correcto, con lo cual no aprende absolutamente nada. Bueno, sí, aprende que pegando se solucionan los problemas, lo cual no es nada positivo para su aprendizaje ni para su desarrollo.
El niño crecerá y se convertirá en un adulto sumiso y preocupado por “el qué dirán”, por las apariencias y por el rechazo de los demás. La autoestima será baja pues no tendrá la capacidad de valorarse a sí mismo. También puede generar comportamientos agresivos pues sus padres le han enseñado “que con mano dura se arreglan las cosas”. Son personas tendentes a la tristeza, a la depresión con pocas habilidades sociales.

El estilo permisivo
 Todo lo contrario al anterior. Estos padres dan mucho afecto a los hijos y mantienen una buena comunicación con ellos pero es el hijo el que maneja a los padres a su antojo. Las necesidades e intereses del hijo van por delante de las de los padres. Los hijos nunca reciben un “no” por respuesta y si lo reciben, son tan insistentes, que sus padres al final ceden, lo que hace que los hijos sepan el punto débil de sus padres y los manipulen para conseguir sus deseos. Carecen de normas y límites y si los hay, son difusos y no se cumplen bien. Sus creencias son del tipo “si exijo mucho a mi hijo, podría frustrarse y eso sería perjudicial para su salud mental”.
Este error de pensamiento hace que los padres se conviertan en unos satélites, todo el tiempo alrededor del hijo solucionándole cada problema o circunstancia con la que se encuentra: “¿Te pongo el abrigo?” “¿Te hago la cama?” “¿Quieres que te haga la merienda?”.
No enseñan a sus hijos a resolver sus propios problemas o a tomar sus propias decisiones, con lo cual, los hijos crecen como personas inseguras y miedosas que necesitan de otra persona que les ayude a caminar por la vida pues es a lo que les han acostumbrado. Suelen tener baja autoestima porque no se sienten competentes ni hábiles para manejarse solos por el mundo.
Carecerán de autocontrol pues siempre han hecho lo que han querido y además les costará mucho implicarse en el mundo laboral y persistir en él, ya que siempre se lo han hecho todo. Tendrán baja tolerancia a la frustración ya que nadie les ha dicho que “no” nunca y el día que alguien se lo dice, no son capaces de tolerarlo.

El estilo democrático

Los padres que usan el estilo democrático muestran grandes dosis de afecto y cariño. Usan mucho el diálogo con sus hijos, interesándose en sus gustos, intereses y necesidades. Saben poner límites coherentes y mantenerse firmes en ellos, sin ceder a la primera de cambio. Refuerzan los comportamientos adaptativos de sus hijos como comer solo, ponerse la ropa solo, hacer los deberes…
No usan el castigo físico si no que usan métodos con los que el niño pueda aprender que sus actos tienen consecuencias y así como es en casa, será en su vida futura. Dan responsabilidades a los niños coherentes a su edad para que cada vez sean más autónomos e independientes lo que fomenta la seguridad de los hijos y hace que aumente su autoestima. Estos hijos serán personas más felices y con más seguridad.
Conocerán sus posibilidades y sus limitaciones lo que les hará confiar en ellos mismos y tener una autoestima óptima. Son personas con buenas habilidades sociales, con capacidad de diálogo y negociación. Autónomos e independientes con un gran autocontrol de la conducta.
Al margen de estos estilos educativos, hay ciertas conductas que podemos inculcar en nuestros hijos sin apenas darnos cuenta. Por ejemplo, no pretendas que sea una persona educada si tu nunca das los buenos días, las gracias o pides por favor, porque él te va a imitar.
No pretendas que no sea mentiroso si cuando no tienes ganas de hablar por teléfono dices “diles que no estoy en casa” y él presencia esto. No pretendas que de adolescente no te grite si cuando le regañas tú eres el primero que grita y no dialoga. Ten cautela de lo que haces y lo que dices porque el seguirá tus pasos.
Como hemos visto, la educación en la infancia y adolescencia es crucial para el desarrollo psicológico de las personas, pero también es cierto que intervienen factores biológicos como la genética en el desarrollo del carácter y otras influencias como los iguales -amigos o compañeros de clase-.
No obstante, cuando el niño se vuelve adulto tienen la capacidad de cambiar o desaprender, si así lo quiere, sus conductas poco adaptativas y aprender otras que les ayuden a crecer como personas. ¡No todo está perdido!

13/3/15

En el Coaching para Adolescentes encontrarás respuestas para las siguientes preguntas:





Tu hijo(a):

* ¿Te contesta mal o agresivamente?
* ¿Ya no te obedece ?
* ¿Te reta constantemente?
* ¿No cumple con sus responsabilidades?
* ¿Siempre llega después de la hora?
* ¿Se "esconde" en su habitación
* ¿Tiene amistades "no deseables"?
* ¿Pasa todo el día con el movil o ordenador?
* ¿Ya no hay confianza entre vosotros?
* ¿No habla ni cuenta sus problemas ?
* ¿ Ya no cuida su apariencia personal?
* ¿No se alimenta correctamente?
* ¿Te miente descaradamente?
* ¿No es honesto?

No te preocupes, a veces, como padres no nos damos cuenta de que ciertas actitudes que presentan nuestros hijos adolescentes son considerados por la sociedad como"normales" porque están atravesando la "edad del pavo", sin embargo, en muchísimos casos son gritos desesperados de nuestros hijos acerca de lo mucho que tienen que decirnos y nosotros, como padres no sabemos o queremos escucharlos, ya que casi siempre desconocemos que estas actitudes son causadas por asuntos emocionales no resueltos (estos inician en la niñez y siguen estando presentes) que afectan su autoestima y generalizamos su conducta como rebeldía, apatía, indiferencia, irresponsabilidad e inconsciencia de las consecuencias de sus actitudes y acciones – lo cual lleva a generar tensión y conflicto en su núcleo familiar y social.
Es muy probable que estas actitudes negativas o "no apropiadas" de tu hijo(a) las has llegado a aceptar/tolerar, sin embargo, estás reacciones no desaparecen por si solas; pero con una intervención adecuada y oportuna a través de la metodología de "coaching" se pueden modificar para que el adolescente pueda expresarse correctamente y sentirse escuchado, recuperar y/o fortalece su auto–estima y sobre todo, adquirir un profundo sentido de la responsabilidad y consciencia en las 8 áreasimportantes de su vida – La familia, el cambio físico, la escuela, salud y bienestar, los amigos y diversión, noviazgo, su entorno y su futuro.
Tu hijo(a) puede transformar su vida en algo maravilloso, confía
Fátima Arbelo

Beneficios de Coaching para Adolescentes





Conoce algunos de los beneficios de coaching para adolescentes que se pueden obtener cuando el joven (y su familia) participa en un proceso de "coaching" de vida con Fátima Arbelo
La etapa de la adolescencia consta de situaciones y relaciones complejas las cuales hay que entender y aceptar por todos quienes conforman el círculo de influencia en la vida de un adolescente; los padres, maestros y los propios adolescentes. Estas situaciones pueden incluir: padres que atosigan, hermanos o amigos que molestan, maestros que exigen demasiado, parejas celosas, cambios físicos y emocionales, querer ser aceptada(o) por determinado grupo social y por los mismos padres, presión para probar alcohol y drogas, e incluso presión para tener relaciones sexuales; y son parte de la vida diaria de un adolescente – vaya presión!
Nadie dijo que era fácil, sin embargo un "coach" sí puede ayudar al adolescente (y a sus padres) a suavizar el camino duro que a veces se atraviesa y mostrarles otro camino en donde se descubre que la felicidad, el amor y la libertad están dentro de uno mismo. Se requiere de un poco de ayuda para re–descubrir el potencial que toda persona tiene dentro de sí mismo para que el viaje por la vida sea algo realmente maravilloso.



Beneficios de Coaching para Adolescentes

El adolescente logrará adquirir consciencia ante la vida y un profundo sentido de la responsabilidad al llegar a reconocer y aceptar las consecuencias positivas o negativas de su actitud y de sus acciones en todos los aspectos de su vida.

El "coach" le ayudará al adolescente a identificar sus gustos y talentos tanto en lo escolar como en sus actividades extra curriculares para que incluso las pueda integrar a sus estudios superiores y/o carrera profesional.


El momento más difícil para aprender a lidiar con el estrés es durante una crisis, por lo tanto el "coach" le enseñará al adolescente una gama de estrategias y técnicas para enfrentar estas situaciones de la mejor manera y a mantener el control de sus propias emociones para que pueda actuar con madurez y responsabilidad de acuerdo a las circunstancias conforme se vayan presentando.

 La vida de un adolescente no es fácil y en muchas ocasiones se sienten abrumados por todo lo que sucede en su vida. El "coach" le ayudará a encontrar equilibrio en su vida al enseñarle a establecer prioridades y fijar metas para luego crear un plan para lograrlas.

 Conforme el joven se conoce mejor a sí mismo y reconoce sus fortalezas y debilidades, podrá mejorar la relación consigo mismo y por consiguiente con las personas importantes a su alrededor ya que su interacción será más auténtica y honesta.

Frecuentemente el adolescente no tiene a nadie que sea su confidente al 100% y un "coach" puede asumir ese rol hasta que él/ella se sienta con la confianza y seguridad suficiente para poder confiar sus asuntos íntimos a sus padres, familiares o amigos.


Conocer maneras de tener una comunicación directa, honesta y respetuosa con amigos, familia e incluso con figuras de autoridad es una habilidad esencial que aprenderá durante su proceso de "coaching". La comunicación es distinta con cada una de estas personas y saber ¿cómo?, ¿cuándo? y ¿dónde? tener una comunicación efectiva es una habilidad muy importante, (una comunicación efectiva también implica saber escuchar y por eso también se le da mucha importancia).

Una autoestima alta y confianza en uno mismo son aspectos fundamentales que cualquier persona necesita para triunfar en la vida; y un adolescente, aún más. Debido a los tantos "desajustes" físicos y emocionales por los cuales atraviesa en esta etapa de su vida. Recuperar su Poder Personal es algo que aquí en Alcanzando Metas le ayudará a lograr con mayor facilidad.

 La autoimagen de un adolescente se basa primordialmente en los aspectos físicos y sociales que se estarán desarrollando y madurando durante esta etapa; los cuales también pueden llegar a marcar la vida adulta de ellos. La lucha y la auto–aceptación de esto se puede volver en una experiencia traumática en vez de una que le sirva como una base sólida de seguridad y autoestima.

Un adolescente seguro de sí mismo es un adolescente que es capaz de tomar decisiones basadas en la consciencia, responsabilidad y madurez. Alguien quien participa en un proceso de "coaching" de esta naturaleza se vuelve más efectivo al emplear su tiempo, completar sus tareas y tener equilibrio en las 8 áreas más importantes de su vida: La familia, los cambios físicos, la escuela, salud/bienestar, los amigos/diversión, noviazgo, su entorno y su futuro.


Lidiar con la presión y las altas expectativas (deportivas, académicas, sociales, etc.) que muchos padres someten a sus hijos les puede llegar a generar sentimientos negativos hacia la actividad y a sus propios padres. Saber cómo expresarse ante sus padres y adquirir independencia y autonomía en sus decisiones, sin ir en contra de las reglas familiares es otra manera para que el adolescente adquiera, recupere o fortalezca su Poder Personal.

Coaching para Padres



Coaching para Padres

 

Proceso de coaching ( entrenamiento) que fomenta habilidades que son de gran utilidad con sus hijos como el manejo de emociones, el fomento de la seguridad en sí mismo, la motivación hacia los estudios, el buen uso de las nuevas tecnologías, la comunicación y la toma de decisiones eficaz.

¿Cómo afrontas los desafíos cotidianos de tus hijos?

¿Deseas guiarlos y no sabes cómo hacerlo?

¿Sientes que puedes mejorar algo en ti como madre o padre?

El coaching es una poderosa herramienta que apoyará a padres y madres a conectar con su sabiduría interior y desde ahí contribuir al crecimiento de sus hijos potenciando “lo mejor de ellos” que nada o poco tiene que ver con que aprueben las matemáticas, ordenen su habitación ó sean obedientes. 

Tiene que ver con apoyar a sus hijos a desarrollar su SER, su grandeza interior, para que desde ahí puedan elegir, crear, relacionarse, convivir,… Y ser felices. Sé que esto es lo que realmente queremos todos los padres para nuestros hijos. Que sean felices.



¿Cuándo puedo ayudarte?
  •       Tienes algún problema que no sabes como resolver
  •       Hace tiempo que quieres algo y no sabes cómo lograrlo
  •       Buscas sin concretar el camino a la Felicidad
  •       Tienes dudas acerca que estudiar
  •       Tienes dudas acerca de la educación de tus hijos
  •       Sientes que tu vida familiar carece de armonía
  •       Tienes dificultades en cómo gestionar tu tiempo
  •       Tienes dificultades para tomar decisiones
  •       Sufres conflictos en tu entorno familiar, escolar y de amistades
  •       Crees que no vives lo que te mereces
  •       Una situación de crisis te desorienta
  •       Hace tiempo que quieres algo y no sabes cómo lograrlo
  •       Necesitas cambios que te ayuden a alcanzar o descubrir lo mejor de ti mismo/a
  •      Te encuentras en situaciones que te resultan no alcanzables y no sabes que hacer para lograr o salir de ellas
  •      En cualquier momento de tu vida,  para sentir y comprobar ,que puede ser más fácil tu logro a conseguir




¿Cómo puedo ayudarte?

El objetivo es obtener mediante un proceso de coaching un aprendizaje personal para ti que te haga responsable de sus decisiones y acciones que uno mismo elije tomar. 

Asimismo, mejora las relaciones interpersonales, la comunicación, motivación y autoconfianza.

El coaching te ayuda a que tu seas responsable de tu vida para conseguir aquello que deseas.
Mediante diversas herramientas iremos encontrando tus recursos potenciales.

El coaching despierta tu motivación para el logro de tus objetivos. Todo a través del dialogo, el uso de preguntas potentes y la realización de supuestos prácticos, que te irán acercando a tus logros.

Se trabaja el lenguaje, la emoción y la acción.

“Creo firmemente que una persona que sabe gestionar sus emociones obtendrá mejores resultados en todos los aspectos de su vida.